La posible alianza con Le Pen pone a la derecha tradicional francesa al borde de la escisión | Elecciones europeas 2024 | Noticias

La derecha moderada de Los Republicanos (LR), muy debilitada tras siete años de Emmanuel Macron en el palacio del Elíseo, se encuentra al borde de la explosión. La decisión de su presidente, Éric Ciotti, de buscar una alianza con la extrema derecha para las legislativas anticipadas del 30 de junio y el 7 de julio ha desencadenado una rebelión entre los otros líderes de (LR), partido hermano en Francia del PP español.

Ciotti ha anunciado este martes su intención de cerrar un pacto entre LR y el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen. El líder de la derecha ha justificado este paso, que haría saltar por los aires definitivamente décadas de cordón sanitario contra la extrema derecha, por el peligro que, en su opinión, representa para Francia tanto una alianza de izquierdas como el bloque centrista del presidente Emmanuel Macron.

“Hoy Los Republicanos somos demasiado débiles para oponernos a dos bloques que son demasiado peligrosos”, dijo el presidente de LR en una entrevista con la cadena TF1. “Necesitamos una alianza [con el RN] para seguir siendo nosotros mismos”. Con esta alianza, Ciotti pretende garantizar la reelección de los 61 diputados actuales de su partido gracias al apoyo del RN; a cambio, LR debería apoyar a candidatos del RN en otras circunscripciones para que no compitiesen entre ellos.

LR, partido heredero del RPR y la UMP de los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, reclama para sí el legado del gaullismo. El Reagrupamiento Nacional (RN) es heredero de un viejo partido ultra fundado por personas que combatieron a De Gaulle, en ocasiones con violencia, y en algunos casos colaboraron con la Alemania nazi.

En declaraciones a la agencia France Presse, Le Pen celebró “la decisión valiente” de Ciotti y “su sentido de la responsabilidad”. Añadió que “40 años de pseudo-cordón sanitario, que ha hecho perder muchas elecciones, está desapareciendo”. Una coalición con LR, o con lo que quede de este partido, sería un paso más en el proceso de normalización del Reagrupamiento Nacional.

Con la disolución de la Asamblea Nacional tras la victoria de Le Pen en las europeas del domingo, y la convocatoria de legislativas tres semanas después, Macron puede acelerar el proceso de descomposición del viejo orden político. Su apuesta es captar para el llamado bloque central a quienes, en la izquierda moderada y en la derecha moderada, son contrarios a los pactos con ambos extremos.

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Si LR se escinde entre partidarios y contrarios al acuerdo con la extrema derecha, los disidentes podrían unirse al macronismo, que ya cuenta en sus filas con destacados exdirigentes de este partido. Uno de ellos es el actual ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien no dudó en aludir a los pactos de los años 30 con Hitler, y declaró: “Éric Ciotti firma los acuerdos de Múnich y hunde en el deshonor a la familia gaullista al abrazar a Marine Le Pen. ¡Vergüenza! ¡Franceses, despertemos!”.

Otro exrepublicano y hoy macronista, el actual ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, exhortó, usando otra palabra que alude a la época de la ocupación alemana: “Demos un lugar en nuestra mayoría a todos los cargos electos y militantes de LR que rechazan la colaboración”.

El anuncio de Ciotti ha sublevado a buena parte de los líderes de su partido, pues consideran que aliarse con el RN es una traición a sus principios. Hace 22 años, Chirac se negaba a debatir en televisión con Jean-Marie Le Pen; ahora sus herederos buscan una coalición con su hija.

Olivier Marleix, jefe del grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, reaccionó: “Éric Ciotti solo habla por él. Debe abandonar la presidencia de Los Republicanos”. El presidente del Senado, el también republicano Gérard Larcher, pidió la dimisión de Ciotti. Algunos senadores anunciaron que abandonaban el partido.

Ciotti, ante las críticas de sus correligionarios, defendió: “Existe una enorme distancia entre lo que se escucha en París, las discusiones de los estados mayores [de los partidos] bastante desconectados de la realidad, y la base que me dice en mi ciudad, Niza, o en otros lugares: ‘Poneos de acuerdo’”.

La escisión de LR, si se produce, culminaría un proceso de demolición que empezó en 2017, cuando Macron, tras ganar sus primeras elecciones, lanzó una opa sobre este partido y se llevó a su Gobierno a figuras como Le Maire y Darmanin. Después gobernó ocupando el espacio del centroderecha y canibalizando poco a poco este espacio político.

En las presidenciales de 2017, el candidato de LR, François Fillon, obtuvo un 20% de votos, aunque no se clasificó para la segunda vuelta. En las de 2022, la candidata Valérie Pécresse se derrumbó a un 4,8%. Este partido, que durante décadas fue hegemónico en Francia junto a los socialistas, forma hoy el cuarto grupo en diputados de la Asamblea Nacional.

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